VIOLENCIA
Violencia
Familiar, contra la mujer y pareja.
La Violencia Familiar es un problema social, afecta a un alto porcentaje de familias de cualquier comunidad, en todos los niveles económico y culturales. Se trata de relaciones que implican un abuso de poder de parte de quien ejerce maltrato.
Estos abusos pueden ser emocionales, físicos, sexuales, financieros o socio ambientales. La persona abusiva desarrolla su comportamiento en privado, mostrando hacia el exterior una fachada respetable,
insospechable, educada. La conducta violenta es compatible con
cualquier aspecto, capacidad, inteligencia, actividad, profesión, etc.
Inclusive en aquellos cuyo desempeño familiar, institucional o
comunitario para el afuera sean aparentemente insospechables.
La existencia de este tipo de violencia indica un retraso cultural en cuanto a la presencia de los valores como la consideración, tolerancia, empatía y el respeto por las demás personas, independientemente de su sexo. El maltrato doméstico incluye a las agresiones físicas, psicológicas o sexuales llevadas a cabo en el hogar por parte de un familiar que hacen vulnerable la libertad de otra persona y que causan daño físico o psicológico.
Estudios realizados encontraron que en hogares donde existe maltrato o violencia psicológica o cualquier otro tipo de violencia, los hijos son 15 veces más propensos a manifestar algún tipo de maltrato en su etapa adulta. La violencia psicológica es la forma de agresión en la que la mayoría de los países las afectadas van a quejarse y casi nunca toman acción en cuanto a dicho tipo de violencia, ya que en este caso se unen la falta de opciones legales de denuncia y protección frente a esta forma de violencia.
Las señales de violencia son más fácil de ocultar si es emocional, pues las mujeres no aceptan el maltrato de forma “pasiva”; según los estudios realizados que la mayoría de las mujeres maltratadas no lo aceptaron y que se resistieron a él. Estas acciones de defensa hicieron que la violencia psicológica se viera como una agresión mutua y algunas instituciones la catalogaron como un conflicto de pareja. Sin embargo, de los estudios realizados en Honduras solo dos de las mujeres entrevistadas aceptaron que eran agredidas emocionalmente, antes de ser maltratadas físicamente. Gracias a diferentes campañas públicas y con el conocimiento de programas estatales las mujeres tuvieron más claridad acerca de la agresión psicológica que experimentaron.
Las mujeres que no reconocen como agresión la violencia psicológica no significan que no vean esta forma de violencia como algo que las dañe o las deshaga o como algo indeseable. De hecho si lo ven y son estos episodios de maltrato emocional lo que más las mueve a hablar de sus malestares con personas de confianza así como familiares, amigos o personas de las iglesias y es aquí donde tratan de librarse de esas formas de agresión.
Habitualmente este tipo de violencia no se produce de forma aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Los principales sujetos pasivos son las mujeres, niños y personas dependientes. Lo que todas las formas de violencia familiar tienen en común es que constituyen un abuso de poder y de confianza.
La violencia contra la pareja se produce en todos los países, en todas las culturas y en todos los niveles sociales sin excepción, aunque algunas poblaciones (por ejemplo, los grupos de bajos ingresos) corren mayor riesgo que otras. Además de las agresiones físicas, como los golpes o las patadas, este tipo de violencia comprende las relaciones sexuales forzadas y otras formas de coacción sexual, los malos tratos psíquicos, como la intimidación y la humillación, y los comportamientos controladores, como aislar a una persona de su familia y amigos o restringir su acceso a la información y la asistencia.
Las mujeres son particularmente vulnerables al maltrato infligido por la pareja en las sociedades en las que existen importantes desigualdades entre hombres y mujeres, rigidez en los roles de los géneros, normas culturales que respaldan el derecho del hombre a mantener relaciones sexuales con independencia de los sentimientos de la mujer y sanciones blandas para estos comportamientos. Estos factores pueden determinar que para una mujer sea difícil o peligroso abandonar una relación en la que se producen malos tratos. Y ni siquiera cuando lo hace queda garantizada su seguridad, ya que la violencia puede a veces continuar, e incluso agravarse, después de que una mujer ha abandonado a su pareja. Este tipo de situación se observa en todos los países.
Síntomas:
¿Es celoso y demasiado posesivo?
Cuándo se pone celoso, ¿se descontrola?
¿Piensa que tiene que conocer a todas tus amistades y saber dónde estás en todo momento?
¿Escoge tus amistades o te prohíbe tener amigos o amigas?
¿Piensa que deberías pasar con él todo tu tiempo libre?
¿Te sigue donde vayas para saber con quién compartes tu tiempo?
¿No acepta separarse?
¿Escoge tu ropa y te dice cómo vestir, cómo maquillarte y cómo peinarte o llevar el pelo?
¿Te sientes que no puedes opinar o te sientes insegura cuándo estas con él?
¿No escucha ni le preocupa tu opinión?
¿Ignora tus deseos y necesidades?
¿Te inspira miedo?
¿Te preocupas sobre cómo va a reaccionar a lo que dices o haces?
¿Te amenaza? ¿Usa o tiene armas?
¿Piensas que si actúas como él desea las cosas van a mejorar? x
¿Es violento?
¿Se pone violento por cualquier razón?
¿Pierde la paciencia con facilidad?
¿Cuándo se pone violento, tira y rompe objetos o da puños a la pared?
¿Le pega a los animalitos/ mascotas?
¿Alguna vez te ha golpeado, te ha agarrado el pelo, te ha torcido los brazos o te ha empujado?
¿Ha sido violento en relaciones previas?
¿Le causa mucho coraje si no quieres hacer lo que él pide?
¿Se pone agresivo cuando no estás de acuerdo con lo que él dice?
¿Te acusa injustamente de distintas cosas?
¿Te humilla, insulta o ridiculiza?
¿Te obliga a tener relaciones sexuales?
Algunos mitos sobre el maltrato:
Mito: Siente celos porque te quiere.
Realidad: Los celos son sólo una excusa que dan los hombres posesivos que les gusta controlar a su pareja para justificar su reacción violenta. Además, los celos son una señal de manipulación e inseguridad por parte del hombre y de su necesidad de ejercer control sobre la pareja.
Mito: Te golpea porque lo provocas.
Realidad: Nadie provoca reacciones violentas en otra persona. Cada cual es responsable de sus reacciones ante diversas situaciones. La violencia es una excusa que utilizan algunos hombres para silenciar a su pareja.
Mito: Los hombres violan porque no pueden controlar
Realidad: La violación es un crimen y el mito de que los hombres no pueden controlarse es falso. Todas las mujeres tenemos el derecho a decir que NO y a decidir cuándo queremos participar en una relación sexual.
Si tú amigo está maltratando a su novia
Déjale saber que el maltrato es inaceptable, que indica que tiene un problema serio y que necesita ayuda.
Ofrece hablar con él sobre cómo resolver diferencias o problemas dentro de la relación en una manera positiva.
Aconséjalo a que busque ayuda—consejería o grupo de apoyo.
Llama la policía si eres testigo de una agresión.
Se un ejemplo de una relación saludable.
Trata a tus amigas y parejas con respecto.
¿Qué puedes hacer?
Si crees que tu novio o pareja tiene algunas de las características mencionadas, lo ideal sería que abandones la relación y que busques ayuda para que el proceso de separación sea más fácil. Lo que él hace no es culpa tuya ni es tu responsabilidad.
Si quieres abandonar la relación de inmediato puedes: Hacer un plan sobre qué hacer si tu novio o pareja se pone abusivo. Compartir tu experiencia con alguna persona de confianza que te pueda ayudar (padres, amigas, consejeras de escuela.)
Si a tu amiga la maltrata su novio
Si tu amiga te dice que la están maltratando o si ves que tu amiga está en una relación abusiva hay varias cosas que puedes hacer: No ignores la agresión. Habla con ella.
Dile que estás preocupada por su bienestar y ofrécele apoyo.
Aconséjala que hable con algún adulto. Ofrece ir con ella cuando busque ayuda.
No te pongas en una situación de peligro con el agresor. No hagas de mediadora.
Llama la policía si eres testigo de alguna agresión. Díselo a un adulto—al director de la escuela, a la maestra o consejera, a tus padres.
También puedes: Pedir que tu bibliotecaria compre libros sobre la agresión o el maltrato entre parejas jóvenes.
Hacer afiches en tu escuela para informar a otros estudiantes sobre la agresión o el abuso entre parejas jóvenes.
Realizar una obra de teatro sobre la violencia entre parejas jóvenes.